El otro día caminando por el paseo marítimo por la noche en un momento que mi vista se perdió en el mar, por un instante, pude vislumbrar una imagen distinta a la habitual, ya no eran los distintos tonos de negros que la noche nos muestra, ni la luminosidad grisácea de las olas al llegar a la playa no, simplemente me pareció un cuadro de fondo oscuro en el que había tres partes: arriba la luna llena, abajo el mar y su vaivén hacia la playa y en medio el reflejo de la luz de la luna en el agua, mezcla de blanco y amarillo, y sobre él una línea amarilla muy brillante con forma de barco.
Lo que me pareció menos habitual es que parecía un dibujo infantil, esto es un barco formado por tres triángulos sencillos. No tengo fotografía para mostrarla pero cualquiera podría hacer un dibujo sencillo de esta imagen.
La imagen fue muy fugaz, aparentemente nada de particular, si se quiere incluso una imagen tópica del mar, pero que sin embargo me llamó la atención, precisamente por su fugacidad, por su sencillez (casi el dibujo infantil), por el recuerdo de esos sueños que de niño a veces tenía en los veranos calurosos del interior ...
Pronto mi vista se fue hacia otro lado y el barco sobre fondo negro desapareció, sólo se veían ahora sobre el horizonte nocturno del mar algunos puntos rojos y verdes diseminados aquí y allá, son las barcas de la pesca del boquerón que a estas horas rompen la monotonía de la noche con la intensidad de las luces de sus faroles mientras faenan en esta zona, mientras los turistas paseamos indolentes por tierra echando una ojeada de vez en cuando hacia él, ese mar ahora oscuro en el que al contrario que durante el día, los contrastes de color apenas existen pues casi todo es negro y gris y negro claro y luego oscuro y en el medio de todo esto la luna y su reflejo en una noche calurosa de verano.
Lo que me pareció menos habitual es que parecía un dibujo infantil, esto es un barco formado por tres triángulos sencillos. No tengo fotografía para mostrarla pero cualquiera podría hacer un dibujo sencillo de esta imagen.
La imagen fue muy fugaz, aparentemente nada de particular, si se quiere incluso una imagen tópica del mar, pero que sin embargo me llamó la atención, precisamente por su fugacidad, por su sencillez (casi el dibujo infantil), por el recuerdo de esos sueños que de niño a veces tenía en los veranos calurosos del interior ...
Pronto mi vista se fue hacia otro lado y el barco sobre fondo negro desapareció, sólo se veían ahora sobre el horizonte nocturno del mar algunos puntos rojos y verdes diseminados aquí y allá, son las barcas de la pesca del boquerón que a estas horas rompen la monotonía de la noche con la intensidad de las luces de sus faroles mientras faenan en esta zona, mientras los turistas paseamos indolentes por tierra echando una ojeada de vez en cuando hacia él, ese mar ahora oscuro en el que al contrario que durante el día, los contrastes de color apenas existen pues casi todo es negro y gris y negro claro y luego oscuro y en el medio de todo esto la luna y su reflejo en una noche calurosa de verano.
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