23 de abril de 2009

Revista Saigón.

Ayer fue presentado el número 11 de la revista Saigón, que como dice en su portada se trata de una revista de creación y análisis. En definitiva se trata de una publicación literaria. El número presentado está dedicado a la poesía erótica y en sus páginas podemos ver una serie de poemas de escritores, algunos consagrados y muy conocidos como Luis A. de Cuenca o Javier Lostalé y otros, muchos (al menos los que más o menos conozco) son lucentinos. Además aparece una entrevista con Joan Marguerit, el ganador del premio nacional de poesía del pasado año y uno de los mejores poetas españoles actuales, y además bilingüe, lo que le da más valor aun a su obra.
Esta revista está editada por la asociación del mismo nombre y patrocinada por los ayuntamientos de Lucena y Cabra.

No voy a entrar a valorar aquí las cualidades de la revista, que son muchas, desde el diseño hasta los contenidos, pero si quisiera hacer algunas reflexiones sobre el mundo cultural en Lucena, pues desde hace unos años está experimentando cambios muy interesantes desde mi punto de vista a saber:


Hay una nueva generación de lucentinos que en cierto modo están desplazando con sus obras y sus actividades a esa "seudoélite" que hasta ahora controlaba buena parte de la cultura en nuestra localidad. Se trata de una generación de personas que parecen muy preparadas intelectualmente, muchos de ellos poetas y escritores y también artistas que van lanzando a la calle algunas obras interesantes y que nos van mostrando su capacidad de renovación en las formas de ver la literatura y la cultura en general.


Muchas de estas personas son antiguos alumnos de un profesor de gran talla intelectual y personal, pese a su modestia, Antonio Cruz Casado, el cual por cierto colabora en esta revista con un magnífico poema titulado "sagrados enigmas infantiles" basado en Góngora.


Me atrevería a decir, sin querer ser pretencioso, que el eslabón entre esta "generación" y su maestro es sin duda Manuel Lara Cantizani, poeta y ahora concejal de educación y cultura del que no voy a decir más nada pues sería muy parcial, dada mi amistad con él, pero sólo que en cierta medida está revolucionando el mundillo cultural lucentino, sacándole mucho partido a las pocas infraestructuras de que dispone la localidad, habiendo convertido por ejemplo la biblioteca municipal en una auténtica casa de la cultura, o realizando numerosos programas en las que la cultura y el ocio se entremezclan generando algunos productos interesantes como el botellódromo de las palabras, pero en fin, todo esto será tratado quizá en otro momento.


La revista Saigon junto con la asociación del mismo nombre es uno de esos productos que se han visto beneficiados sin duda de esa política.


Para los que habiendo venido de fuera estamos asistiendo en cierto modo a estos cambios, resulta de interés todo este proceso, pues nos cuesta entender que una ciudad dinámica social y económicamente, pese a la situación actual, apareciese siempre en todos los estudios sociológicos en los últimos puestos a nivel cultural, presentando unas formas anticuadas, poco acorde con una sociedad propia del siglo XXI. Espero que esta generación, y las que estén por venir, nos lleven hacia un desarrollo sociocultural más, abierto y plural que lo que hasta ahora estamos viviendo.


Enhorabuena a los editores de la revista Saigón y a los lectores de la misma, espero que disfruten como lo he hecho yo.

14 de abril de 2009

Proyecto Munired.

El Proyecto Munired pretende recuperar la memoria del siglo XX a través de la red y para ello se estan recogiendo fotografías, vídeos, tradiciones, recuerdos, etc. de diversas localidades de la provincia de Córdoba. El proyecto, aún en construcción está recogiendo material aportado por personas mayores y jóvenes de las localidades de Cabra, Lucena, Montoro, Palma del Río, Peñarroya-Pueblo Nuevo, Pozoblanco y Córdoba.
Se trata de una experiencia coordinada por la Universidad Politécnica de Madrid en colaboración con la Diputación de Córdoba y la Fundación Red Especial España.
Se trata de una experiencia interesante, así que he puesto el correspondiente enlace en mi canastilla, aunque todavía hay poco material de algunas localidades como Lucena, pero creo que puede ser una herramiento útil en el futuro para conocer nuestra historia.

13 de abril de 2009

Se acabó la semana santa.

Al fin se acabó la semana santa, esas mini vacaciones que llegan cargadas de trasiego de calle en calle, de olores que dicen que son de primavera, un poco de playa y un mucho de mirar al cielo para ver que tiempo va a hacer.
Esa semana que llega no exenta de cierta beateria enmascarada de fervor y tradición, creo yo que es algo que se aleja cada vez más de la religión para dar paso a otras cosas: escaparate de modelos, tablón de anuncios para los organizadores, excusa para salir a la calle y tomar copas y en definitiva, escenario de reivindicaciones varias.
Cualquier cosa menos recogimiento y penitencia. Claro que el estar horas y horas viendo procesiones y desfiles de distinto tipo (la legión por ejemplo) ya supone una penitencia y no digamos cargar con el santo de turno.
Pero bueno, todo es necesario en esta vida, y si hay que ver procesiones se ven, y si hay que aguantar el dolor de pies, pues se aguanta, y si se tercia ser más papistas que el Papa, pues se es, ¡faltaría más! Que el que manda, manda que para eso está ahí arriba, en lo alto del púlpito para decirnos lo buenos que tenemos que ser y cuando.
Yo mientras tanto me fui a tomar un poquito el sol a la orilla del mar, poco, que el de arriba ya se sabe, nos cubre con su manto de nubes porque no quiere que se nos vaya el santo al cielo.
(Foto extraída de Plaza Pública)