15 de noviembre de 2009

Como cualquier fin de semana.

Poniendo un poco de orden en mis papeles he encontrado un "diploma" que mis antiguos alumnos de 2º Bachillerato de Cabra me hicieron hace unos años y que dice "para el profesor mister quedan 50 minutos para el fin de semana". Al verlo me he acordado que ese curso los viernes a última hora tenía a ese grupo y como solían estar ya un poco cansados y charlaban más de lo habitual, les decia lo de los 5o minutos para así poder comenzar la clase. Y efectivamente, transcurrido ese tiempo, todos salíamos bien contentos del instituto como cualquier viernes.
Ahora que este fin de semana está terminando y mañana será de nuevo lunes, recuerdo que también entonces como ahora, eran días de vagancia, de algo de bricolage, y si el tiempo acompañaba, de paseo por la plaza Nueva y un rato de charla con los amigos mientras tomábamos una cerveza en algún lugar del centro.
A mediados de otoño y con un tiempo que más parece septiembre que noviembre, y con las calles céntricas adornadas con vistas a la navidad, estamos a punto de volver a nuestra rutina cotidiana tras un no menos rutinario fin de semana. Estamos quizá un poco más descansados que mañana a estas horas, pero dispuestos a continuar con nuestras tareas semanales marcadas en la agenda, y así cuando el viernes falten 50 minutos para acabar la última clase recordaremos que por un par de días, como cualquier fin de semana, el maldito timbre del despertador no nos sonará.

5 de noviembre de 2009

El patrimonio histórico no está de moda.


Definitivamente debo afirmar que el patrimonio histórico no está de moda. Sin embargo, la asociación cultural Torre del Moral, tras muchos años en la brecha, sigue funcionando, pese a ser catalogados sus integrantes de conservadores, de ir contracorriente, y otras cosas más.

Pero sin embargo, ahí está. El próximo viernes día 13 va a mostrar al público lucentino las actuaciones que ha venido llevando a cabo en los últimos años a través de su taller de restauración en el cual se han recuperado diversas piezas interesantes y que hoy están situadas en el santuario de la Virgen de Araceli.

Su participación en las diversas comisiones municipales (cultura, turismo, etc.) se deja notar con numerosas propuestas que desgraciadamente casi nunca son aceptadas: el proyecto de la Plaza Nueva, los alrededores de San Mateo, las aceras de diversas calles, etc.

También cuenta con una página web (http://www.torredelmoral.com/) donde se recogen muchas de las actividades que la asociación lleva a cabo, y también aquí está colgada la revista digital Morana, en la cual, a través de sus distintas secciones se muestra a los lectores diversos trabajos inéditos sobre el patrimonio histórico lucentino y en general sobre la cultura.

Pero a pesar de todo ello, el patrimonio histórico de Lucena sigue desapareciendo, o deteriorándose sin que parezca que la sociedad lucentina asuma la realidad de que se trata de algo importante para el conocimiento de nuestra propia identidad, y así nos va.