Anoche estuve viendo de nuevo la película de la Colmena y de nuevo me ha dado que pensar. Como es sabido esta película, basada en la novela de Camilo J. Cela, está situada cronológicamente en la posguerra, un período de tiempo donde la miseria y el hambre imperaba por nuestros lares. Pero he aqui que lo que se nos muestra también es una España triste (no se puede esperar otra cosa tras una guerra civil), oscura, donde la gente se busca la vida como sea, pero también se nos muestra la mala conciencia de aquellos que son privilegiados porque forman parte de los vencidos, y por ello se creen con el derecho de abusar de los demás. La hipocresía y la mala fe de esa gente hace que la mayoría de los personajes que se ve en la película aparezcan triste y con miedo pues decir lo que uno siente o desea no deja de ser un problema.
Inquieta la arbitrariedad de las autoridades, la prepotencia de los jefes y la hipocresía de algunos padres de familia que buscan fuera de su casa lo que seguramente creen que no tienen en ella, la actitud del niño bien que siempre tiene excusa para no cumplir con su deber y engaña a su familia echando balones fuera pero sin responder a la pregunta de su novia sobre cuando estudiaba.
El miedo a la miseria lleva a muchos de los personajes a mentir y estafar al que tiene al lado con tal de matar el hambre que llevan a cuestas, resignándose a la vida que les ha tocado vivir, no le queda otra.
En definitiva, la tristeza que durante muchos años fue la tónica habitual de nuestra España queda perfectamente reflejada en esta película, en los diálogos y en los personajes, y también en la estética de los bares y las casas, donde la inquietud por lo que pueda pasar al día siguiente es algo que llena la vida de los personajes, tal como ocurría con los españoles que vivieron esos tiempos.
1 comentario:
Es una buena película la que viste,porque (en mi opinión) tiene buenos actores; sin más, me impresionó mucho el papel de López Vázquez (ojalá se le dedicara más tiempo en los medios por su obra y no por su vida) y, también, el ambiente y las escenas sin colorido (la única en la que hay es en la que tapan la bombilla y el trapo o lo que fuera sale ardiendo -creo que es de esta película, igual me equivoco-).
Saludos.
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