Desde que el PP perdió el poder y con el desencadenamiento de la crisis económica posterior hemos ido viendo como en nuestro país la derecha se ha ido radicalizando o más bien ha ido mostrando su verdadera cara. En la anterior legislatura la derecha social y política hizo acto de presencia en las calles, desde la iglesia católica hasta los jueces y demás grupos se manifestaron contra el gobierno de España, cualquier escusa era válida con tal de criticar al gobierno al que no se le dio ni siguiera los cien días de gracia. A pesar de todo, el PSOE volvió a ganar las elecciones, y la irritación de la derecha subió de tono, los insultos por parte de los medios de comunicación afines a la derecha, las zancadillas continuas del PP al gobierno: nunca apoyan una medida del gobierno aunque éste tenga razón, y cuando las medidas que toma les gusta simplemente se abstienen para así no asumir la más mínima responsabilidad.
Pero ahora que nos acercamos a las elecciones locales y autonómicas y las encuestas le son muy favorables, la derecha no se conforma y sube el nivel de ruido sin importarle lo más mínimo España, esa patria a la que dicen defender y si no ahí van varios ejemplos: el lider "carismático" de esta derecha se dedica a menospreciar al gobierno legítimo de su país fuera y dentro de nuestras fronteras; cuando se produce una agresión detestable como la del consejero de Murcia, pues nada, todo es culpa de los socialistas y de su ministro del interior al que tanto miedo tienen, y de paso se aprovechan los medios de comunicación afines para lanzar sus supuestas verdades, manipulando la Historia comparando el régimen republicano con la situación actual (lo hizo el Papa de la iglesia católica en su última visita no lo olvidemos). En los últimos tiempos además se han inventado esa idea de equiparar la revolución del 34 con el golpe militar del 36 que dio paso a la dictadura franquista, pero se olvidan, en relación con esto, de que dicha revolución fue aplastada por el propio gobierno republicano mientras que el levantamiento franquista acabó en una guerra civil en la que los vencedores se conviertieron en privilegiados durante varias décadas, sin la más mínima intención de integrar a los vencidos, y en fin muchas otros hechos que serían largos de contar.
Por todo ello la derecha de este país da miedo pues tiene mal perder, y cuando gana pues más de lo mismo, se atribuyen el papel de salvapatrias a que tan acostumbrados están y tanto les gusta y los demás deben de callar, y si no fuera porque estamos en un verdadero Estado de derecho, quien sabe a donde llegaría la cosa, pues esta derecha nuestra está muy bien entrenada.
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