En París como en cualquier gran ciudad de larga trayectoria histórica hay numerosos museos de muy distintas materias, pero aquí, aunque nosotros solo visitamos tres, salimos más que satisfechos.
Entrada al Louvre |
Diosa heládica de época arcaica |
El primero y sin duda el más importante fue el Louvre que más que un museo, y tras su ampliación y remodelación conforma un gran conjunto museístico. La entrada por la pirámide de cristal, pese a parecerse demasiado a la de un moderno centro comercial, sin embargo es llamativa y original, y distribuye muy bien los accesos a las distintas alas del antiguo palacio real. Evidentemente es imposible ver en un solo día el Louvre, como tampoco lo es visitar el Prado o cualquiera otro de los grandes museos del mundo, así que obtamos por comenzar visitando las antigüedades griegas, etruscas, romanas y egipcias, y en menor mediada las orientales. Cámara en ristre observamos el mundo griego a través de las muy diversas obras de las distintas etapas cronológicas, y aunque hay numerosas obras que podemos destacar, mi interés se centró en algunas concretas: la dama de Auxerre, la Hera dedálica, la Venus de Milo, las metopas del Partenón, modelos de atletas y guerreros clásicos y sobre todo, la Victoria de Samotracia. Destacar del mundo etrusco las urnas funerarias y otras piezas que nos van avanzando ya lo que luego será la gran cultura romana, también representada en el museo a través de numerosos retratos, esculturas, sarcófagos y pinturas.
Alegoría del Tiber |
El mundo del Egipto antiguo también llamó nuestra atención por la riqueza y variedad de la colección que alberga el museo y que nos lleva a los albores del mundo mediterráneo y la gran cultura que en torno al Nilo se generó.
Esfinge con cabeza de Ramses II |
En definitiva es este museo un lugar que hay que visitar, y a ser posible, en diversas ocasiones.
Cerca de allí, en la antigua estación de ferrocarril situada en el Quai d'Orsay nos encontraremos con el museo del mismo nombre. Ya el edificio muestra un gran interés, pero son sin duda las obras que alberga lo más atractivo para el visitante, pues aquí podemos encontrar las obras de importantes artistas del siglo XIX, tanto anteriores al Impresionismo, como posteriores (Gaugin, Van Gogh, Millet, ...). Pero sin duda lo más atrayente son las salas dedicadas a los pintores impresionistas situadas en la parte alta del museo, donde podemos ver algunas de las obras más conocidas de este movimiento tan trascendental para el arte contemporáneo. Y no es esto sólo lo que podemos ver aquí, ya que en algunas salas un tanto escondidas podemos ver una estupenda colección de arte modernista (muebles, cristaleras, elementos decorativos muy diversos, y algunos cuadros de interés).
Interior del museo d'Orsay |
Vista del museo de Rodin desde los jardines |
En fin que París, a través de sus museos nos muestra que sigue siendo un centro mundial de la cultura y el arte, y que solo por visitar estos y otros museos, ya merece la pena ir.
2 comentarios:
Qué placer ir afuera y ver museos, pero no cualesquiera.
Y lo importante que es disfrutar en familia de esa experiencia.
El arte, en vitrinas, en marcos, en salas gigantescas o en pequeñas instalaciones, en libros, en pasajes musicales, en fotogramas o en la calle, da igual. El arte nos hace más felices.
Enhorabuena por haber encontrado el vuestro.
Tienes mucha razón amigo. Disfrutamos mucho viendo estos museos y esas obras de arte. A ver si nos vemos cuando pase el verano y echamos un rato, aunque se que vas a estar bastante atareado.
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