Desde hace unas semanas tengo sobre mi mesa el último número de la revista Andalucía en la Historia, en la cual va un dosier titulado "Nuevas miradas sobre la Guerra Civil". Pero lo que me ha llamado mucho la atención es la fotografía de la portada, en la que aparece un niño vestido de miliciano que nos mira fijamente y cuyo autor es Robert Capa.
El niño parece mirar hacia la lejanía, posa como un mayor que juega a la guerra sin saber muy bien de que va todo lo que está viviendo, pero si que me parece una mirada inquietante con una media sonrisa algo forzada que no sabemos si es de temor o de alegría.
Es esta una imagen que sin duda pretende captar la bisoñez de muchos de los soldados que lucharon en el bando republicano sin saber muy bien porque lo hacían. No muestra la fiereza del soldado profesional ni la rabia del vencido. Es una mirada fresca y tranquila la que nos mira desde la portada de la revista que sin duda inquieta tanto más que por lo que la vista del niño puede vislumbrar en una distancia marcada por el objetivo de la cámara como por el miedo al futuro incierto que la guerra generaba en aquel momento y que pasados unos años habría de mostrar su cara más terrible de represión, miseria y muerte.