Mañana nos dan las vacaciones de Semana Santa, un breve paréntesis en nuestro quehacer docente en el que podremos recargar las pilas para afrontar el último y definitivo trimestre del curso.
Pero para algunos de nuestros alumnos (muchos) las vacaciones han comenzado ya pues desde hace algunos días han dejado de asistir a clase, suponemos que con el beneplácito y el conocimiento de sus padres. Pero cuando estas ausencias se notan más es hoy jueves, vísperas de la entrega de notas, cuando no hay un grupo completo con el que trabajar en condiciones normales, así que aprovechamos el tiempo para dedicarlo a otras actividades.
Hoy es pues uno de esos días "tontos" del curso en los que pasamos el día en el instituto cumpliendo con nuestro horario pero sin apenas "clientela" con la que trabajar, y eso resulta muchas veces desagradable pues las previsiones que nos hacemos en relación con la programación y demás no se pueden cumplir. Al alumnado estos días lo único que les interesa es saber sus notas y comprobar cual ha sido la cosecha de este trimestre, deseando acabar pronto para irse con sus amigos por ahí, comentar sus resultados y en función de como hayan sido éstos, ver que cara ponen sus padres.
Para los profesores se trata de un corto paréntesis en su trabajo, y ¿para los padres? mejor no comentarlo pues aqui hay un choque de intereses, pues no en vano gozamos de la doble condición.