En estos últimos días de agosto parece que el verano va languideciendo, incluso hemos tenido algún día de mal tiempo. Las tertulias bajo el árbol se refieren ahora más a "¿y vosotros cuando os vais?"o la vuelta más o menos inminente al trabajo. Las tardes que ahora se han acortado nos muestran ya la llegada de un próximo otoño, no sabemos si caluroso o no, pero desde luego marcado por la crisis económica y la gripe A que con su goteo continuo de afectados a algunos nos va asustando pues podemos considerarnos población de riesgo.
No sé lo que nos espera pero desde luego, un año más el verano se acaba aunque todavía podamos aprovechar algún fin de semana septembrino, pero está claro que el tiempo pasa y una vez más pronto echaremos la llave de nuestro pisito hasta el año que viene, cuando a partir de la semana santa podamos comenzar a hacer alguna visita esporádica para ir abriendo boca de cara al siguiente verano donde se reanudarán las tertulias bajo el árbol y los baños en la piscina o en la playa, y los juegos de los niños que habrán crecido un poco más. Y en definitiva, el tiempo que no pasa en balde.