Foto: Moíses Vargas. |
Los fuegos de artificio ascienden súbitos al cielo oscuro para, en un segundo, romperse en múltiples puntos infinitos que suvemente planean sobre los tejados de la iglesia hasta perderse entre el ruído de la gente que observa y espera.
1 comentario:
Son de artificio, su brillo no llega al suelo. La multitud los mira admirada. Admira el vacío.
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