17 de mayo de 2012

Indignado que no resignado.

Desde hace tiempo, yo también tengo motivos para la indignación: no soy rico pero como tengo un sueldo fijo al mes pues nada a pedir perdón por ello ya que se supone que soy un privilegiado, aunque como mucho, soy afortunado por tenerlo. Como soy funcionario y encima profesor pues tengo que tragar con lo que se me diga negándome asi hasta el aire que respiro, porque tengo que escuchar todos los días lo bien que vivo. Pero como no comparto esta visión simplista y muchas veces malintencionada, no me resigno y por ello en su momento tomaré las medidas que crea oportunas, iré a la huelga del día 22 para defender lo que tanto me ha costado conseguir que es el trabajo que tengo y que es de lo que vivo, aunque pueda servir de poco, y no me callaré cuando alguna gente critique por criticar, mienta y manipule para que los demás no podamos decir lo que pensamos coartando así nuestro derecho constitucional a expresarnos libremente. 
Yo no obligo a nadie a nada, cada cual que actue en consecuencia según su situación o su deseo, pero si recomiendo que simplemente mire el futuro que nos puede quedar tras esta crisis bestial, porque algún día saldremos de ella, y a mi al menos no me gustaría encontrarme con algunas de las cosas que ahora, con la escusa de la misma, se están "reestructurando".
Como ciudadano asumo mi pate de responsabilidad, si es que la tengo, pero no la responsabilidad de aquellos que teniéndola se van de rositas.

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